.:: Mariano Moreno mas lejos ::.

Lejos de los flashes que encandilan al CASI por estos días, hay lugares como en el Oeste donde también suceden cosas relevantes. Porque Mariano Moreno y Olivos se enfrentaban en una dura parada con un claro fin: estar la temporada que viene en la máxima categoría del Torneo de la URBA. El primero buscando el ascenso y el segundo queriéndose mantener.

Estos son partidos que se juegan a cara de perro. A todo o nada. Porque un triunfo te acerca a primera pero una derrota... de eso mejor no hablemos. Y así fue el match. Una batalla con desenlace dramático no apto para aquellos que se emocionan fácil. Al final fue para Olivos por 27-25 pero lo más importante es que los de Munro lograron quedarse en Primera.

Olivos empezó con el pie derecho. Con presencia y actitud, como queriendo demostrar que eso de jugar en el Grupo 1 es lo suyo. Así fue que llegó el primer try de la tarde. El rasta Maurig (el más fotogénico de la URBA según un allegado al plantel) rompió la defensa a pura potencia y apoyó justo debajo de los palos.

Pintaba fácil para Olivos pero Moreno no opinaba lo mismo. Los del Oeste, con muchas ganas, comenzaron a ir para adelante, a incomodar y así, con su perseverancia, llegarían al descuento. Line al lado del ingoal, scrum, ruck y a pelearla. La sacan los locales, parecía que Olivos se la robaba pero Esteban Lencina se la llevó, anotó y empezó otro partido.

Mariano Moreno tenía el dominio territorial del juego y eso daría sus frutos. Nuevamente line a metros del ingoal de Olivos. Kuriger recibió, vio un hueco por el ciego y se mandó para que La Biblioteca mantenga con hechos la ilusión.

Pero Olivos respondió al toque. Interminable jugada de varias fases que Boscacci, a puro maul, terminó apoyando.

La diferencia la marcaba con su juego y también con su pegada E. Lencina. El wing aprovechó la buena puntería de su botín derecho para dejar a los suyos con una leve ventaja (18-12) al descanso.

En la etapa final arrancó mejor el rojiblanco pero el que alteró el marcador fue Olivos. Primero, con el derroche de talento de Homps que se apiló a un par de rivales y apoyó. Y luego, nuevamente, con Maurig dejándola, como en el primer tiempo, debajo de los palos. Seis puntos de diferencia (24-18) y restaba todavía un buen rato.


Moreno lo fue a buscar, careciendo de ideas pero decidido. Y se la jugaron con el scrum. “Que no se levanten”, pidieron a los gritos desde el banco de suplentes y los forwards hicieron caso. Se mantuvieron firme, salió la ovalada, la tomó Kuriger y una vez que arrancó no hubo caso. Su equipo arriba por uno (25-24) y el pitazo final que estaba cada vez más cerca.

Eran minutos para poner la mente en frío, jugar inteligentemente y no mandarse ninguna. Pero Mariano Moreno pecó de inocente. Una tonta infracción frente a los palos le facilitó las cosas a Viney que tomó la responsabilidad y puso a Olivos otra vez adelante en el marcador.

Faltaba poco y nada, pero a pesar que Guillén adicionó un par de minutos más la historia ya estaba escrita. La suerte se fue para el norte. De todos modos, a sacarse el sombrero por Mariano Moreno que cayó dignamente jugando con el corazón.

En la ronda final del equipo de Munro, Ale Broggi sentenció con sus palabras lo logrado: “Estamos donde merecemos estar”. Señores, Olivos es de Primera.

Por Rodrigo Aguín
Fotos: A Pleno Rugby

Comentarios

Entradas populares